Dar la mano
Hoy fue una mañana diferente, recibí la inesperada invitación de una amiga para acompañarla a someterse a un proceso médico que implicaría dolor y expectativa sobre los resultados, fue mi primera vez presenciando todo lo que ocurrente entre jeringas, ultrasonidos y otros aparatos que sólo de ver me ponían nerviosa, pero tenía que mostrarme tranquila y fuerte por quien tendría que vivir en carne propia el uso de cada invasivo instrumento.
No daré detalles sobre cómo mi valiente y fuerte amiga enfrentó el doloroso proceso, pero lo que sí compartiré es lo que sentí cuando me pidió tomar mi mano para sobrellevar mejor la casi insoportable situación. Dar la mano a quien lo necesita puede cambiar por completo la situación real y presente de alguien, la manera en que hoy lo experimenté fue física, pero también emocional y espiritual, sostener su mano significó mucho para mí, no sólo fortaleció el vínculo de nuestra amistad, sino me sensibilizó de una manera que jamás había vivido sobre lo que muchos hombres y mujeres enfrentan cada día.
Hoy te quiero invitar a que le des la mano a alguien que lo necesite, puede ser una mano espiritual, física o emocional; dejemos de ignorar el sufrimiento ajeno, dejemos de ser apáticos y egoístas frente a situaciones difíciles ajenas, hoy tú no estás en esa situación, pero mañana tal vez te toque ser a ti quien se sujete fuerte de otra mano.
Querida M te admiro y oro por ti querida amiga.