Tomarlo como tuyo

¿Recuerdas la primera vez que te dieron una pulsera roja para la protección contra la mala vibra, o tu primer dólar doblado en tu cartera para que no te faltara el dinero y cuando leíste o escuchaste a alguien hablar sobre la ley de atracción y el secreto?

Te invito a reflexionar un poco sobre esta cadena de creencias a las que decidiste darles poder sobre tu vida, ¿dónde y cómo inició? Algunas de ellas se fueron desvaneciendo, pero otras tomaron fuerza a tal grado que te convertiste en embajador de tales creencias, que para algunos es traducido como mera sugestión, idolatría o falta de fe.

¿Pero qué pasa cuando realmente experimentas ese poder, protección o provisión, que desde tu percepción es generado por lo que tú crees? No te esfuerces tratando de convencer a los demás sobre lo que para ti ha dado resultados, bien sea un amuleto, oración, objeto o lectura, cada historia es diferente y cada uno debemos encontrar nuestra fuente proveedora de seguridad, abundancia, paz y estabilidad.

Tomar como tuya cualquier creencia, le dará potestad sobre tus acciones y reacciones y si al final el resultado es algo que aporta cualidades y virtudes a tu vida, entonces sigue adelante, aférrate a lo que crees, se leal contigo mismo y no claudiques en manos de aquellos que se han privado del privilegio que es vivir creyendo.

Hoy decido tomar como mío todo el amor y la abundancia con la que el mundo fue creado y como diría mi querido y admirado Ismael Cala ¡Hágase el milagro!

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