Te proyectas
¿Qué está pasando? Que con el estandarte de la libertad de expresión, piensas que justificas tu falta de respeto o empatía hacia la persona o situación sobre la que estás opinando, quién crees que eres para lanzar la primer piedra como si fueras libre de pecado. ¿En qué momento te sentiste más sabio, más bello, más importante, para poder vaciar tu basura emocional y espiritual en otra persona?
Te proyectas, cuando no puedes reconocer el talento, la perseverancia o el éxito de alguien más. Y usas la crítica destructiva para demeritar el camino transitado de cada persona. Nadie conoce la historia detrás, más que uno mismo.
Te proyectas, cuando la traición sentimental que viviste en el pasado, te hace usar las palabras más crueles y poco edificadoras para atacar y señalar a quien ha cometido un error. Dejando que se active en ti de nuevo ese rencor, odio y resentimiento que no has sanado.
Te proyectas, cuando alzas la voz por las injusticias a las que son sometidas las personas en países ajenos, pero tratas de menos a los tuyos, excluyes a los discapacitados, ignoras la pobreza emocional y económica que rodea tu entorno.
Te proyectas, cuando después de semanas de no estar en contacto con tus padres, les llamas porque necesitas niñero para tus hijos.
¿Te duele ese reflejo? ¿O ni siquiera lo has notado? Hoy tú puedes hacerlo diferente, agrega dosis de amor a todo lo que piensas, dices o haces, el amor es la única manera de reaccionar que siempre generará resultados positivos.
Es tiempo de que te proyectes con amor, no tengas miedo.