De vuelta a casa
¿Qué tanto aprovechas cada día de vida que tienes? Lo disfrutas al máximo, agradeces lo que recibes, aprendes algo de cada lección o prefieres vivir en la queja, la culpa o el miedo. Debemos comprender que este transitar terrenal es el camino de vuelta a casa, el hogar donde moraremos por la eternidad y que sin duda es el destino de cada uno.
Pensemos en las personas que viven lejos de casa, en otras ciudades o países. ¿Cómo viven la planeación de su regreso cada vez que lo pueden hacer? Lo primero es activar la cuenta regresiva para con certeza saber en cuántos días más, podrás estar de vuelta a casa abrazando a quienes más amas. Lo segundo, ir comprando regalos para consentir a tus seres queridos por todos los cumpleaños y festejos que te has perdido. Lo tercero, empezar un nuevo régimen alimenticio, ir al salón de belleza y hacer todo lo que haga falta para regresar más hermosa que antes. Y la lista sigue de acuerdo a las prioridades de cada quien.
Ahora cambiemos el escenario, ¿qué pasaría si viviéramos cada día con esa misma emoción y esmero, sabiendo que cada segundo vivido es un paso dado en el camino de vuelta a casa. No sé cuál sea tu creencia, pero en mi sentir y pensar confío plenamente que lo que nos espera es mucho mejor que todo lo que hemos conocido aquí, que nuestra primera casa fue la eternidad y tuvimos un pase terrenal con vigencia para explorar este mundo, hacer amigos, enamorarnos, viajar, equivocarnos, aprender y también sufrir.
Que tu transitar por este camino sea una oda a la vida terrenal que se te está permitiendo vivir: asómbrate, vive con pasión, ríe constantemente, aventúrate, ama más, perdona fácil, habla con las personas, alégrate, abraza desde el alma, ayuda a los demás y siempre recuerda que de vuelta a casa, nos volveremos a encontrar.